La toxina botulínica, más conocida por su nombre comercial Botox es el tratamiento indicado para eliminar o suavizar las arrugas de expresión. Se trata de una sustancia que bloquea temporalmente la contracción excesiva de los músculos faciales responsables de las arrugas dinámicas.
Por su sencilla aplicación y gran eficacia se ha convertido en uno de los tratamientos más demandados en Medicina Estética. A pesar de su sencillez es imprescindible un conocimiento profundo de la musculatura facial para obtener unos resultados naturales y evitar los rostros inexpresivos.
El tratamiento se realiza en 15-20 minutos y los efectos duran entre 4 y 6 meses. El paciente normalmente empieza a percibir los efectos transcurridos unos 2 o 3 días.
Las zonas tratadas con más frecuencia con la toxina botulínica son:
– arrugas de la frente
– arrugas del entrecejo
– patas de gallo
– cola de la ceja caída