Medicina estética
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es uno de los tratamientos más utilizados en medicina estética para corregir las arrugas, los surcos muy marcados y para recuperar el volumen perdido en pómulos, mejilla, labios, etc. Se engloba dentro de los tratamientos de rejuvenecimiento facial mínimamente invasivos.
Se trata de una substancia reabsorbible que se encuentra de manera natural en nuestro organismo, lo que lo convierte en un tratamiento biocompatible, muy seguro y con pocas complicaciones. Según la zona o el defecto que queramos corregir disponemos de diferentes concentraciones o grados de cohesividad.
Con el ácido hialurónico conseguimos una mejoría que se observa de forma inmediata al terminar el tratamiento. Se suele apreciar una discreta inflamación durante las primeras 24 horas y los resultados definitivos se valoran tras dos semanas.
La duración de los resultados depende de la calidad del producto utilizado, de la edad del paciente, las propiedades de la piel, la zona donde se utiliza, etc. El ácido hialurónico puede permanecer un año sin degradarse, llegando en algunos casos a durar hasta 18 meses.
Las indicaciones más importantes para el ácido hialurónico son:
– Corrección del surco nasogeniano
– Corrección de líneas de marioneta
– Corrección de ojeras
– Reposición de volumen en pómulos, mejillas, mandíbula
– Masculinización o feminización del rostro
– Aumento de labios
– Hidratación profunda
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Los implantes se pueden colocar detrás del músculo pectoral, delante del músculo o debajo de la fascia del músculo. La fascia es una capa de tejido de grosor variable que recubre los músculos. La colocación del implante en cualquiera de esas localizaciones depende de ciertas caracerísticas anatómicas del pecho.
En mujeres delgadas, con poca grasa corporal y piel fina es recomendable colocar los implantes bajo el músculo pectoral, ya que de esta manera conseguimos esconder o camuflar el implante bajo el músculo y evitamos que se palpe o se vean los contornos de la prótesis bajo la piel.
En el caso de mujeres con un mayor grosor de la capa de grasa y con piel más gruesa, podemos colocar los implantes encima del músculo y obtener un resultado muy natural.
En mujeres muy deportistas o que por motivo de su trabajo utilicen con mucha frecuencia el músculo pectoral, no es recomendable colocar los implantes en el plano submuscular y en su lugar se opta por utilizar el plano subfascial.
Es decir, las prótesis se colocan bajo la fascia del músculo sin afectar a la función del músculo.
Para asegurar un resultado óptimo y una cirugía exitosa, es fundamental que te pongas en manos de un buen especialista en cirugía plástica acreditado y experimentado. Una operación de cirugía no es una cuestión de precio sino de calidad.
Nuestro centro que dispone de avances tecnológicos que te permitirán previsualizar de forma virtual el cambio estético que buscas en tu cuerpo a través de los simuladores 3D de realidad aumentada antes de operarte.
A la hora de elegir implantes redondos o anatómicos hay que tener en cuenta dos factores principalmente. Por un lado, la forma actual de la mama y por otro, las prefencias estéticas de la paciente.
Cuando nos encontramos con una mama con la parte superior atrofiada o vacía (como es el caso de las pacientes que han sufrido una disminución del tamaño del pecho tras la maternidad) es más recomendable utilizar los implantes redondos, ya que estos nos permiten llenar mejor el polo superior de las mamas.
Cuando nos encontramos con una mama que presenta poco desarrollo de la parte inferior o un polo inferior constrictivo, en esos casos se recomienda el uso de implantes anatómicos, ya que estos nos permiten expandir el polo inferior y conseguir de esta manera una forma muy natural.
Como ya sabes, a día de hoy, los tipos de implantes y los materiales de los que están hechos han evolucionado no sólo en el tacto, adherencia y aspecto natural si no también en una mayor durabilidad.
A pesar de los avances conseguidos en la cirugía de mamoplastia, te recomendamos realizarte seguimientos constantes, recibir controles anuales y autoverificaciones de forma regular para evitar cualquier contratiempo.
Lo más adecuado es que te realices un control mediante una resonancia magnética tras los 10 años de la mamoplastia de aumento y después una revisión cada 5 años.
Hay 4 Motivos por los que un implante mamario SI necesita ser cambiado:
– Ruptura o deflación
– Desarrollo de la contractura de la cápsula
– Cambios en la forma de la mama por el paso del tiempo
– Insatisfacción con los resultados iniciales
Existen varias opciones para introducir los implantes, la vía inframamaria, la via areolar y la vía axilar. Esta última vía se utiliza en el caso de mamas pequeñas en mujeres con un torax de pequeño tamaño y que no presentan ningún tipo de asimetría.
La via areolar es la que se utiliza con más frecuencia y es la que permite un mayor disimulo de la cicatriz ya que ésta se esconde en el límite entre la areola y el resto de la mama.
En el caso de que las areolas tengan un tamaño demasiado pequeño como para introducir los implantes, se utiliza la via inframamaria. Este último abordaje sitúa la cicatriz en el surco de la mama.
A la paciente se le suele recomendar una u otra dependiendo de las condiciones anatómicas, pero al final es ella la que debe decidir qué vía prefiere.
¿Qué opinan nuestros pacientes?
Mi relación con el centro “Instituto Dr. Aguiar” ha sido muy satisfactoria en todos los sentidos, cumpliendo las expectativas que tenía fijadas a nivel personal, antes, durante y posteriormente al tratamiento e intervención a la que me sometí. Valoro especialmente el trato humano y exquisito como profesional médico del propio doctor Aguiar, así como de su equipo en el Instituto, a la hora de atender y gestionar de forma eficaz, las consultas durante todo el tiempo. Jose E.
Quiero expresar mi opinión, y experiencia con ustedes como paciente. El trato ha sido cordial y fantástico. Y decir del doctor que es todo un profesional!!!! en su rama. Cómo persona es excelente. No dudaría en recomendarlo. Un saludo. Mercy F.