¿Sientes tu piel apagada? ¿Con imperfecciones? ¿Manchas? En la medicina estética existe un amplio abanico de tratamientos que te pueden ayudar a rejuvenecer tu rostro sin cirugía y de forma menos agresiva.
Entre ellos destacamos la micropunción, también conocido como microneedling. Se trata de un tratamiento muy completo y específico para personas que quieran mejorar la salud de su piel o impulsar los resultados de su rutina proaging o antiedad.
Todo gracias a la técnica con la que se realiza: punciones profundas e imperceptibles.
Si quieres conocer el procedimiento y beneficios para la piel del microneedling, en el siguiente artículo profundizamos sobre las dudas más frecuentes relacionadas con este tratamiento rejuvenecedor.
Un tratamiento estético mínimamente invasivo e indoloro
Lo primero que debes de saber sobre el microneedling es que se trata de un tratamiento estético mínimamente invasivo y sencillo.
Lo verdaderamente importante, si ya has decidido realizarte un tratamiento de micropunción es elegir bien el centro en el que te vas a tratar. Recuerda que un tratamiento estético no es cuestión de precio sino de calidad.
Elige a un especialista acreditado y experimentado para conseguir un resultado excelente y satisfactorio.
¿En qué consiste la micropunción o microneedling?
La micropunción o microneedling es un tratamiento en el cual aplicamos una serie de principios activos en la piel mediante una técnica de punciones microscópicas.
A diferencia de otros tratamientos, con este conseguimos penetrar en las capas más profundas de la piel.
Esto es posible gracias a un dispositivo dotado con unas agujas casi imperceptibles que aplicamos sobre la piel programando previamente la velocidad y profundidad de penetración de las agujas.
El especialista crea una serie de microcanales en la epidermis impulsando a los tejidos a producir más colágeno y elastina a fin de reparar ese “daño”. El aumento de estas dos proteínas, se traduce en una mejora de la flacidez, las arrugas y la textura de la piel.
Con el objetivo de estimular ese proceso de autoreparación y regeneración natural, se aplican en ese momento principios activos rejuvenecedores y antioxidantes como, por ejemplo, el ácido hialurónico, el retinol o la vitamina C.
5 Beneficios específicos de la micropunción
El tratamiento de micropunción ha demostrado ser uno de los más completos dentro de la medicina estética. Los beneficios que aporta a la piel, además de numerosos, son visiblemente notables desde la primera sesión.
Por un lado, destacamos su capacidad para reducir las imperfecciones de la piel más frecuentes: poros dilatados, deshidratación, cicatrices, manchas solares o por acné, entre otros.
Asimismo, ayuda a potenciar la efectividad de los principios activos aplicados, ya que los transporta hasta las capas más profundas de la piel. Esas en las cuales, de otra forma, es muy difícil que un cosmético pueda llegar.
Si te preocupa que pueda ser o no apto para tu piel, este tratamiento se adapta al paciente. Por eso, en función de tus necesidades aplicaremos uno u otros activos, pues el objetivo es lograr un rejuvenecimiento del rostro natural.
Por último, ayuda a fortalecer la barrera cutánea y unificar el tono de la piel que muchas veces se ve alterado por el fotoenvejecimiento, las rojeces o las manchas. De este modo, mejorarás el aspecto, la textura y la luminosidad de tu dermis.
Después del tratamiento protege tu piel
Cuando nos realizamos un tratamiento estético, las primeras 24 horas siempre debemos extremar los cuidados de la piel. En especial, utiliza fotoprotector y evita la exposición a los rayos UVB-UVA.
En el caso de la micropunción, notarás cierto enrojecimiento (eritema) en las zonas tratadas después del tratamiento. No te preocupes, porque es un efecto normal que irá desapareciendo con el paso de las horas.
En cualquier caso, si tienes alguna duda siempre te recomendamos consultarla con tu especialista.
¿Cada cuánto tiempo es necesario repetir el tratamiento?
Por lo general, los tratamientos de rejuvenecimiento como la micropunción constan de 6 sesiones que debemos distribuir respetando los ciclos naturales de regeneración de la piel. Es por este motivo que, se recomienda realizar una sesión cada 15 días o un mes.
Asimismo, una vez hayamos concluido todas las secciones y, en caso de querer comenzar un nuevo ciclo, aconsejamos descansar durante, al menos, dos meses. Todo depende siempre de las necesidades y características de cada paciente.